domingo, 15 de diciembre de 2013

'12 años de esclavitud' (2013)

12-esclavitud-michael-fassbender-chiwetel-ejiofor-escena

De hombre libre a esclavo


Contenido relacionado: 'Hunger' (2008), 'Shame' (2011)

'12 años de esclavitud' es el tercer largometraje del británico Steve McQueen. Basada en un hecho real, el director lleva a la pantalla la historia de Solomon Northup (Chiwetel Ejiofor), un músico negro y libre, que vive junto a su familia en Nueva York. Solomon busca trabajo. Dos jóvenes entusiastas le proponen formar parte de un circo, aprovechar su gran talento como violinista y convertirlo en la estrella de su inigualable espectáculo. Solomon se deja engatusar por las bonitas palabras de los dos desconocidos. Pero a partir de ese día, su vida se convierte en un infierno. Los dos desconocidos drogan al músico y lo venden como esclavo. Le arrebatan su libertad a cambio de unas monedas.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

'Amor y letras' (2012)

elisabeth-olsen-josh-radnor-2012

Una mirada nostálgica al pasado


Contenido relacionado: 'Happythankyoumoreplease' (2010)

‘Amor y letras’ es el segundo largometraje dirigido y protagonizado por Josh Radnor. La película, que en inglés se situla ‘Liberal Arts’, echa la mirada atrás de forma nostálgica, concretamente a la época universitaria del protagonista.

Jesse (Josh Radnor) es un joven profesor amante de la literatura, y del arte en general, que acude a la despedida por jubilación de “su segundo” profesor favorito, interpretado por Richard Jenkins (actor fetiche del director).

Al igual que el protagonista de la historia, todos tenemos un libro/película/disco que nos gusta especialmente por el motivo que sea. Jesse acude casi todos los días a la biblioteca para leer las tres últimas páginas de un libro, siempre el mismo libro. Rutina que será más relevante al final de la historia. En ‘Amor y letras’ el personaje vuelve a la universidad y recuerda casi con adoración esas clases de literatura que le maravillaron y fascinaron, y que de una manera u otra influyeron en su persona. Una mirada nostálgica con la que resulta fácil identificarse.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

'LOS JUEGOS DEL HAMBRE: EN LLAMAS' (The Hunger Games: Catching Fire, 2013)


peeta-katniss-effie-los-juegos-del-hambre-hutcherson-lawrence


Katniss Everdeen, el símbolo y la esperanza


¿Segundas partes nunca fueron buenas? Eterna discusión. Muchas secuelas están pensadas como forma de alargar el éxito de una película y poder seguir repitiendo la fórmula y ver si sigue funcionando en taquilla. También hay casos en los que aportan novedad, muestran historias más complejas y complementan lo ya visto, formando un todo lógico. Y después están las adaptaciones de sagas literarias, en las que no queda otra que realizar una película por libro pese a que también se toman libertades a la hora de dividirlo en más de una película pese a no ser necesario.

En lo que se refiere a 'Los juegos del hambre: En llamas', la película me ha parecido una buena continuación. Francis Lawrence sustituye a Gary Ross en la dirección. La secuela ha tenido más presupuesto y los efectos visuales son mejores que los de la primera entrega. La segunda entrega también ha sido un éxito de taquilla. Ahora, la historia va más allá de los juegos. La primera entrega cumplía con la función de presentarnos a los personajes principales y dejar bien claro quiénes son los buenos y quiénes los malos. Y como no, mostrar el funcionamiento de los juegos.

Años atrás los habitantes de Panem desafiaron al Capitolio y por ello fueron castigados. Todos los años se celebran "Los juegos del hambre" como castigo. Cada distrito, son un total de 12, tiene que enviar a un chico y a una chica de entre 12 y 18 años a luchar a muerte en la Arena. Solo puede haber un vencedor, pero...

jennifer-lawrence-josh-hutcherson-los-juegos-del-hambre-fuego-fire

... en la última edición las cosas cambiaron ya que hubo dos vencedores: Katniss (Jennifer Lawrence) y Peeta (Josh Hutcherson). Los dos desafiaron al Capitolio amenazándolo con un suicidio televisado. No pensaron en las consecuencias de sus acciones. Lo que para Katniss fue un acto reflejo para sobrevivir y salvar a su compañero (o los dos o ninguno), para muchos habitantes de Panem fue una llamada a la rebelión, una forma de plantar cara al Capitolio y amenzar al Presidente Snow (Donald Sutherland).

Tras su polémica victoria, Peeta y Katniss se convierten en ídolos. El Capitolio adora a los trágicos amantes del distrito 12. Ahora tienen que realizar la gira de la victoria, en la que visitan todos los distritos. No les falta de nada, tienen más dinero y comodidades de las que necesitan. Peeta y Katniss son testigos de la triste realidad que les rodea más allá del distrito 12 y las malas condiciones en las que también viven los demás habitantes de Panem. Por primera vez, ven como los ciudadanos se defienden ante los ataques de la policía del Capitolio. Katniss encendió una chispa que bajo amenazas del presidente Snow tiene que ser capaz de controlar. Katniss es la marioneta del Capitolio que interpreta una historia de amor para mantener a los ignorantes habitantes del Capitolio ajenos a la rebelión, embobados frente a la televisión. Marioneta para el Capitolio y marioneta para Panem también. Se ha convertido en el símbolo de una rebelión que no se ve capaz de liderar.

Esta edición es especial ya que es la 75º edición de los juegos, el Vasallaje de los veinticinco. Unos juegos distintos en los que ni los vencedores están seguros. Todo cambia a partir de ahí.

El tiángulo amoroso está presente: ¿Peeta o Gale? En esta ocasión ese dilema resulta ser lo de menos ya que la parte romántica está tratada de forma secundaria y eso creo que favorece a la trama. Lo que importa es la supervivencia, la chica en llamas, la creación de un símbolo y el inicio de la rebelión. Katniss ha dado esperanza a un pueblo castigado, esclavizado y sin recursos. Como dicen en la película, solo la esperanza es más poderosa que el miedo. 

En 'Los juegos del hambre: En llamas' hay algún ligero cambio si lo comparamos con el libro, pero en su conjunto es bastante fiel al relato de Suzanne Collins. Cada parte relevante está presente en la película, que funciona como un reloj, ritmo constante con poco descanso. Explican lo justo para entender a los personajes, y presentan algún conflicto personal que tendrá más presencia en la próxima entrega. la dirección es limpia. En ese sentido, la película resulta más conservadora que la primera entrega. Francis Lawrence no arriega como lo hizo Gary Ross, pero permite disfrutar de la acción sin que resulte tan caótica.

La historia, como he dicho, no se limita a los juegos. Es momento de conocer mejor Panem, las condiciones en las que viven sus habitantes y la absurda extravagancia del Capitolio. En 'Los juegos del hambre: En llamas' hay escenas duras, bastante acción y también momentos más emotivos en los que se muestra la unión del pueblo.

Es más oscura que la anterior, literalmente (la iluminación casi natural de la película hace que la atmósfera sea fría y sombría, pero hay escenas en las que no se ve demasiado). También tenemos nuevos personajes como Finnick (Sam Claflin), Johanna (Jena Malone) o Plutarch Heavensbee (Philip Seymour Hoffman).

La película dura casi dos horas y media, pero se hacen llevaderas. Es entretenida y mantiene un ritmo que no decae. Siempre está sucediendo algo. Amor, desamor, miedo, venganza, planes ocultos, esperanza, rebelión... volvemos a los juegos, pero parecen otros. Las reglas cambian. Los vencedores serán castigados y Katniss será el centro de atención. 

No esperaba demasiado de la película, pero consigue dar un paso adelante, es más compleja e interesante que la primera. Pero también hay menos juegos. Si en la primera se encendió la chispa ahora las llamas están fuera de control. La protagonista, luchadora y dispuesta a hacer todo por aquellas personas que le importan acepta su rol. El principal "pero" se lo pongo al final, ya que la película cierra demasiado rápido.