Una locura de akelarre
Promesas
rotas, rencor hacía los hombres, odio hacía las mujeres, robos, un poco de
amor, terror y locura… Esas son algunas de las cosas que ofrece el último
trabajo de Álex de la Iglesia. El director bilbaíno nos lleva hasta
Zugarramurdi, un entorno mágico y tenebroso, donde habitan unas brujas
hambrientas de carne.
Todo
empieza cuando Jose (Hugo Silva) y Tony (Mario Casas) deciden atracar un
comercio de “compro oro”. Jose está divorciado y quiere ofrecerle una vida
mejor a su hijo; Tony se ha quedado en paro y vive a la sombra de su novia. El
atraco se les va de las manos y deciden huir en un taxi: Jose, su hijo, Tony y
un inesperado pasajero de que solo desea ir a Badajoz huirán rumbo a Francia.
Pero no están solos, ya que la policía y la exmujer de Jose (Macarena Gómez)
van tras ellos. Su viaje les llevará hasta Zugarramurdi, un lugar que no
olvidarán.
‘Las brujas de
Zugarramurdi’ es
un cuento macabro. Me ha parecido una película entretenida e interesante, pero
irregular en su desarrollo. La primera parte tiene ritmo, los personajes son
interesantes, es bruta… todo sucede rápido pero se disfruta con lo que vemos.
La segunda mitad, en cambio, me ha resultado más pesada (aunque también tiene
sus grandes momentos).
Cuando
las brujas entran en juego, la verdadera locura empieza. Son mujeres que odian
a los hombres, excepto la “tentadora” Eva (Carolina Bang), que resulta ser la
más enamoradiza de todas. Las brujas, entre las que destaca Graciana (Carmen
Maura), piensan que por fin han dado con el elegido, con la persona que
resucitará a la “gran madre”.
Empezarán
a preparar el akelarre y es en esa segunda mitad cuando el ritmo de la película
empieza a decaer. Los gags se alargan demasiado y la trama se atasca. Varias
escenas me han resultado largas (¿Cuánto tiempo se pasa Carmen Maura hablando
en el techo?). Hay gags que funcionan, y otros que no.
El
trio protagonista formado por Mario Casas, Hugo Silva y Javier Ordoñez,
sorprendentemente, me ha convencido. Divertidos, torpes, aterrados… No está mal
el trabajo que hacen. Al igual que los cameos, Carlos Areces y Santiago Segura
son unos robaplanos. Por el contrario, la pareja formada por Pepón Nieto y
Secun De La Rosa no me ha convencido tanto, su subtrama me ha parecido
predecible y estereotipada.
Me
ha gustado la idea del gargantua (esa figura de gigante en la que se entra por
la boca y se sale por la parte trasera), y como está conectada en la película.
Una figura común en fiestas (que me daba miedo cuando era pequeña).
Como
he comentado antes, la segunda parte me ha parecido más floja, pero también hay
que decir que tiene un momento en el que me ha puesto los pelos de punta, y es
cuando suena “Baga biga” de Mikel Laboa en el akelarre. Emocionante.
Lo dicho, ‘Las brujas de Zugarramurdi’ es una película entretenida, pero irregular. Suficiente para pasar un buen rato. Con buenos momentos cómicos, pero también con clichés. El final no me ha convencido, demasiado "happy ending" y simple.
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