El western es un género algo olvidado hoy en día, de cuando en cuando, realizan alguna película que intenta reavivar el interés por el género, pero es algo difícil de conseguir. Remakes como este recuperan el género con respeto, contando una buena historia y utilizando sus códigos más clásicos. Los protagonistas del remake de la película de 1957 son dos de los actores más carismáticos de los últimos años, Christian Bale y Russell Crowe. Un atractivo duelo interpretativo en el que ambos realizan un gran trabajo.
Dan Evans (Christian Bale) es un humilde granjero que está a punto de perder todo lo que tiene. Evans perdió una pierna en la guerra, vive junto a su familia en un rancho y no tiene dinero suficiente para pagar lo que debe. Cuando Evans se entera de que han capturado al forajido Ben Wade (Russell Crowe) y que lo llevarán hacía la cárcel de Yuma en el tren de las 3:10, verá la oportunidad de ganar dinero y no dudará, se ofrecerá a llevar al forajido hasta el tren.
Aunque no comparten un mismo concepto del heroísmo, y de lo que está bien y lo que está mal, ambos tienen claros cuales son sus valores y principios. Los dos piensan que hacen lo que deben.
Durante el viaje hacía la estación de tren, Evans y Wade se dan cuenta de que no son tan diferentes como creían. El entendimiento entre ambos es tal, que no tardarán demasiado en entender el por qué de las acciones que llevan a cabo. El empeño de Evans por apostar siempre por el bien, por lo que se supone correcto, impresionará al forajido. Wade es manipulador, y enseguida se da cuenta de que Evans oculta algo, intentará encontrar el punto débil de su acompañante, y aprovecharlo para poder huir.
La siguiente escena (pequeño spoiler) me parece una de las mejores de la película y, en mi opinión, es clave en el desarrollo de la relación entre los protagonistas. En la escena, las miradas que cruzan los protagonistas son suficientes para saber que a partir de ese momento, la relación entre ambos va a ser diferente; ya que Wade, un forajido, le da una lección a Evans, el "honorable" granjero. Wade no ha dudado en hacer lo que Evans debería haber hecho para proteger a su familia.
Tras la escena, Evans se dará cuenta de que no es el único que recibe golpes en la vida, y creo que en ese momento se ve reflejado en Wade. Lo que realmente distingue a Wade y a Evans es la manera de afrontar esos golpes. Mientras que Wade siempre avanza, luchando constantemente; a Evans le falta valentía y se queda "quieto" en los momentos en los que debería ser un héroe.
'El tren de las 3:10' también trata sobre el heroísmo. Por un lado, Evans es un veterano de guerra; por el otro Wade es el protagonista de muchas historietas, lo que le convierte en alguien admirable para muchos. El concepto del heroísmo está reflejado en la relación entre Evans y su hijo. El hijo de Evans siempre le reprocha a su padre que no actúe cuando atacan a los suyos y a sus bienes. El viaje hacía el tren de Yuma le sirve a Evans para demostrar a su hijo que se equivoca, que puede ser un hombre valiente y honesto; y sobre todo, le sirve al propio Evans para dejar de sentirse como una farsa.
La mentira es parte de los dos personajes. Wade la utiliza para manipular a la gente y conseguir lo que quiere, pero también es cierto que siempre deja claro cuáles son sus intenciones. Evans, en cambio, lleva años diciendo ser alguien que no es, un héroe de guerra; y es que Evans oculta a su familia el verdadero motivo por el que perdió la pierna, les miente, para que no piensen que es un desgraciado.
Trenes, duelos, valientes, cobardes, grandes actores y un tren que espera. 'El tren de las 3:10' me parece un western muy bien realizado, con un buen guión y con una historia que funciona de maravilla.
'El tren de las 3:10' también trata sobre el heroísmo. Por un lado, Evans es un veterano de guerra; por el otro Wade es el protagonista de muchas historietas, lo que le convierte en alguien admirable para muchos. El concepto del heroísmo está reflejado en la relación entre Evans y su hijo. El hijo de Evans siempre le reprocha a su padre que no actúe cuando atacan a los suyos y a sus bienes. El viaje hacía el tren de Yuma le sirve a Evans para demostrar a su hijo que se equivoca, que puede ser un hombre valiente y honesto; y sobre todo, le sirve al propio Evans para dejar de sentirse como una farsa.
La mentira es parte de los dos personajes. Wade la utiliza para manipular a la gente y conseguir lo que quiere, pero también es cierto que siempre deja claro cuáles son sus intenciones. Evans, en cambio, lleva años diciendo ser alguien que no es, un héroe de guerra; y es que Evans oculta a su familia el verdadero motivo por el que perdió la pierna, les miente, para que no piensen que es un desgraciado.
Trenes, duelos, valientes, cobardes, grandes actores y un tren que espera. 'El tren de las 3:10' me parece un western muy bien realizado, con un buen guión y con una historia que funciona de maravilla.
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