Una mirada nostálgica al pasado
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‘Amor y letras’ es el segundo largometraje
dirigido y protagonizado por Josh Radnor. La película, que en inglés se situla ‘Liberal
Arts’, echa la mirada atrás de forma nostálgica, concretamente a la época
universitaria del protagonista.
Jesse (Josh Radnor) es un joven profesor amante de la
literatura, y del arte en general, que acude a la despedida por jubilación de “su
segundo” profesor favorito, interpretado por Richard Jenkins (actor fetiche del
director).
Al igual que el protagonista de la historia, todos
tenemos un libro/película/disco que nos gusta especialmente por el motivo que
sea. Jesse acude casi todos los días a la biblioteca para leer las tres últimas
páginas de un libro, siempre el mismo libro. Rutina que será más relevante al
final de la historia. En ‘Amor y letras’
el personaje vuelve a la universidad y recuerda casi con adoración esas
clases de literatura que le maravillaron y fascinaron, y que de una manera u
otra influyeron en su persona. Una mirada nostálgica con la que resulta fácil
identificarse.
Cuando vuelve a la universidad conoce a Zibby (Elisabeth Olsen), una estudiante
de 19 años de quién se enamora al instante. Entre ellos surgirá una historia de
amor centrada en las buenas conversaciones e intereses comunes, y en la cual
las letras tendrán su importancia también. La pareja opta por lo clásico,
escriben cartas. Una relación bastante idealizada en la que la diferencia de
edad se convierte en un problema.
Aunque ese toque platónico que tiene su historia de
amor es bonito, en conjunto me parece que la parte romántica flojea en su
desarrollo. Jesse está confuso ante
lo que siente, es un quiero y no puedo, o mejor dicho “no debo”. Piensa que no
está bien lo que está haciendo con Zibby, que no es ético. Pero después no
tarda en contradecirse. Al igual que sucede con algún personaje en ‘Happythankyoumoreplease’, es algo
hipócrita.
La nostalgia y la idealización
de las cosas como todo, tienen su pros y sus contras. Si bien en el momento
que sucede todo parece perfecto, la decepción posterior puede ser mayor.
Además, a Jesse nole queda otra que
aceptar que el tiempo pasa, y que el pasado y los recuerdos irán quedando en el
olvido. Es decir, que ya queda poco de “aquel joven universitario idealista”
que fue.
Si bien en ‘Happythankyoumoreplease’
se puede interpretar que Radnor todavía cree en la bondad del ser humano,
aquí también vemos algo parecido. Jesse ofrece ayuda y la recibe de forma
desinteresada.
‘Amor y letras’ es una película que sirve para
identificar el estilo de Radnor: inicios similares, personajes del mismo
estilo, las artes siempre presentes (pintura, fotografía, literatura, música…)
y cierta admiración por la ciudad de Nueva York. La dirección sigue siendo
sencilla por lo que busca la fuerza en el guion y los personajes (aunque podría
haber profundizado más). La película ‘Amor
y letras’ es una historia bonita, perfecta para evadirse un poco pero
bastante convencional en su desarrollo.
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