Scott Pilgrim (Michael Cera) deberá luchar contras las 7 ex-parejas de Ramona Flowers (Mary Elizabeth Winstead) para poder salir con ella. Los novios forman "La liga" creada por el artífice de todo este lio, Gideon. No será tarea fácil ya que las ex-parejas de Ramona tienen poderes. Scott incrédulo no tendrá otra opción que aceptar el difícil reto.
La película mezcla música indie-punk con una estética poco usual y atractiva. Una estética que funciona sorprendentemente bien en esta película y con esta historia. Los exagerados golpes, la cámara lenta, la pantalla partida, los dibujos para ilustrar los flashbacks de Ramona ... Todo hace referencia a la estética del cómic y del videojuego. Scott Pilgrim contra el mundo es una comedia de acción, que en el doblaje pierde muchos de sus chistes. Hay que verla en versión original sin duda alguna.
Con un ritmo de montaje rápido, el director no da descanso al espectador. La película se convierte en un videojuego en el que Scott puede ser atacado en cualquier instante. Por otra parte, lo inverosímil de alguno de los villanos (el vegano por ejemplo) le dan ese toque 'freak' a la historia que tanto le favorece. Es una película entretenida, con Michael Cera en su rol de siempre, el de chico bueno y tierno al que se le complican las cosas, y bien secundado entre otros por Chris Evans, Anna Kendrick, Kieran Culkin o Jason Schwartzman. Scott Pilgrim es una propuesta novedosa una alternativa a Marvel o DC, efectiva y con un punto 'freak' que le favorece, y mucho.
Speedracer de los hermanos Wachowski va en esa misma onda estética. Visualmente rompedora.
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