La
lucha de Ron Woodroof
Hay
veces que una película es recomendada y premiada por sus magníficas
interpretaciones, éste es uno de esos casos. Matthew McConaughey y Jared
Leto lograron el Oscar gracias al tremendo trabajo que realizan en 'Dallas Buyers Club'. Más allá de las
interpretaciones, la película trata un tema interesante y controvertido,
incluso deja en evidencia al sistema sanitario estadounidense y las empresas
farmacéuticas.
'Dallas Buyers Club' está basada en hechos reales y
se centra en la vida de Ron Woodroof (Matthew
McConaughey), un cowboy homófobo y adicto a las drogas. Tras diagnosticarle
SIDA, a Ron los médicos no le dieron más de un mes de vida. Al principio, Ron
se niega a aceptar la enfermedad ya en esa época el SIDA estaba considerada
como una enfermedad que solo afectaba a homosexuales. A finales de los 80, en
Estados Unidos, la enfermedad solo era tratada con AZT, un medicamento y
tratamiento fuera del alcance de muchos. Además, el AZT resultó ser más dañino
que beneficioso.
Ron decide
luchar y buscar métodos alternativos para hacer frente a la enfermedad y que le
permitan sobrevivir de la manera más digna posible. Métodos menos tóxicos y
asequibles. Viendo los buenos resultados conseguidos, por supuesto fuera del
país y no aprobados por la Administración de Medicamentos y Alimentos (la FDA) de EE. UU, Ron opta por llevar esos
tratamientos a su país y crear el Dallas
Buyers Club, un club en el que pagando una cuota mensual los afectados que
no pueden permitirse un tratamiento legal reciben todos los medicamentos que
necesitan para poder seguir adelante.
"Solo tenemos una vida, y quiero que
signifique algo"
- Ron Woodroof
Ron se
siente realizado con su labor. La lucha de Woodroof no se limitaba al
contrabando de medicamentos. Woodroof investiga y consulta distintas fuentes, y
cuestiona el hecho de que el sistema sanitario estadounidense haga caso omiso de
los avances realizados en otros países gracias al uso de medicamentos menos
agresivos y tóxicos (hay muchos intereses económico detrás).
Woodroff
no luchará solo, Rayon (Jared Leto)
un transexual que también tiene SIDA, le ayudará a expandir el negocio. La
relación entre ambos, su química, se desarrolla de forma cómica y emotiva.
Rayon es la luz de la película, aunque maquille sus miedos.
La
realización de la película es bastante corriente, sin excesos ni riesgos formales.
Tampoco se regocija en el dramatismo de la situación de los protagonistas. Me
ha parecido que a la película le cuesta arrancar. Cuenta la historia de
Woodroof sin prisa, por lo que hay ocasiones en las que resulta lenta. La
película tiene también escenas magnificas en las que los protagonistas realizan
un trabajo inmejorable. Y es que ese es el punto fuerte de la película, los personajes
de Woodroff y Rayon. Tanto McConaughey como Leto realizan cambios físicos
espectaculares, pero no solo eso hace que una interpretación resulte buena y
creíble. El tono de voz de Leto, los gestos, todo resulta natural. Al igual que
la evolución del personaje de Woodroof, que sin llegar a perder ese punto
arrogante que le define, aprenderá a dejar los prejuicios de lado. Interesante historia
y personajes; y merecidos Oscars para McConaughey y Leto.
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