Herencias y cuadros
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El estilo
del estadounidense Wes Anderson es
bastante reconocible. Sus películas suelen seguir una paleta de color similar
(es el director de color "amarillo" por así decirlo), realiza rápidos
zooms y movimientos de cámara y abundan los primeros planos. Aparte de eso, sus
personajes suelen ser peculiares, algo excéntricos y más bien fríos a la hora
de relacionarse o en un aspecto más "emocional". La acción tiene
lugar en enormes decorados y maquetadas, ya sea la de una casa familiar de
muchos pisos, un submarino o como es el caso, un hotel. Pero si hay un elemento
que destaca entre todos es el poder visual de sus imágenes y la simetría que hay en cada plano. Todos
esos elementos los encontramos en su nuevo trabajo: 'El gran hotel Budapest' una muy entretenida comedia repleta de
caras conocidas que forman parte de esa "familia Anderson" que no
deja de aumentar. El estilo Anderson en todo su esplendor.
'El gran hotel Budapest' es conocido por el especial trato que reciben sus
huéspedes (especialmente si son ricas, rubias y ancianas), y también por la
fama y buen hacer de su conserje Gustave
H. (Ralph Fiennes). Como buen conserje debe estar disponible a todas horas
y guardar todos los secretos de los clientes del hotel. Gustave H. tendrá un
ayudante, un pupilo al quién enseñar el oficio. El conserje es una especie de
mentor para Zero Moustafa (Tony
Revolori), que no pierde detalle de lo que éste le dice. La muerte en extrañas
circunstancias de una asidua visitante del hotel pondrá a Gustave H. en el
punto de mira. La repartición de la herencia de la víctima y la recuperación de
un valioso cuadro dan pie a esta loca comedia en la que el descanso no está
permitido.
Subidas,
bajadas, largos pasillos y amplios espacios, escaleras y muchas puertas. Los
personajes de la historia no paran en ningún momento, siempre está ocurriendo
algo. La película tiene un toque clásico que le favorece acercándose al clásico
subgénero de la screwball comedy, en
las que siempre está sucediendo algo. Wes Anderson juega con distintos formatos
de imagen, cada uno acorde a la época en la que sucede la acción que nos
muestra.
La
escenografía de la película es espectacular y el robo del cuadro, o los cuadros
en sí mismos, se convierten en la excusa visual perfecta para mostrar la
historia. Los planos de las películas de Anderson suelen ser muy simétricos, y
en 'El gran hotel Budapest' destacan
las formas cuadradas: por ejemplo realizando encuadres que enmarcan a los
personajes y/o la acción; creando "cuadros" dentro del plano.
Además del
rápido montaje, la banda sonora compuesta por Alexandre Desplat ayuda a
enfatizar el ritmo de la propia historia. La película parte de una idea simple
y sencilla, algo predecible incluso, pero eso no tiene por que ser algo malo. Es cierto
que el cine de Wes Anderson no suele resultar demasiado emotivo, quizás sea
'Moonrise Kingdom' la película del director que más me "ha llegado";
pero esa "frialdad" es parte de su característico sello.
'El gran hotel Budapest' es entretenida, con buenos puntos cómicos y que reúne
todos los elementos del cine de Anderson. También me ha parecido fría, pero
seguramente no busque emocionar. En ese sentido, de cara al futuro opino que le
vendría bien arriesgar algo más en ese aspecto. En general me ha parecido una película
bastante completa, de lo mejor del director.
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