Steve McQueen lo ha vuelto a conseguir, me ha vuelto a emocionar. Ante una película como "Shame" no hay indiferencia posible. Es una película arriesgada, una historia y unos personajes que "golpean" al espectador. El trabajo de Fassbender es impresionante. Me parece normal y lógico que la mayoría de los directores quieran trabajar con él, está monopolizando el panorama actoral.
El director nos enseña en 'Shame' personajes que están perdidos. Después de ver 'Hunger' decidí seguir la trayectoria de McQueen, y en 'Shame' se mantiene fiel a su estilo: escenas bien construidas, algunas que tienen como objetivo incomodar, conversaciones en plano secuencia...
'Shame' es una película llena de detalles y de elaboradas escenas. Vemos momentos de gran intensidad dramática. Por ejemplo, el momento en el que a Fassbender se le escapan unas lágrimas al escuchar cantar a su hermana 'New York, New York'; la escena del metro en la que los gestos y miradas son suficientes para enseñar el juego de seducción entre dos personas (hay que estar muy atentos a esta escena); el sin vivir de Brandon mientras su hermana está con su jefe en la habitación... En ese momento la adicción le pide que les escuche, que les mire. Brutal. Ni Brandon ni Sissi son capaces de hacer frente a sus problemas, se encierran, les dan la espalda.
Una película dura, que muestra que el sexo puede ser doloroso. La adicción consume a Brandon, tanto física como mentalmente. Inolvidable. Un final abierto y discutible. Una película verdaderamente buena.
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