Thriller, intriga, acción, drama, comedia, cine dentro del cine... Son muchos los géneros que podemos apreciar en 'Argo', tercer largometraje de Ben Affleck. El actor-director los mezcla de manera coherente y eficiente, y se consolida como uno de los más prometedores directores actuales. Ben Affleck ha encontrado su sitio en la dirección, y no lo hace pero que nada mal.
En 1979, la CIA y el gobierno canadiense colaboraron en una misión de rescate en Irán. Un grupo de iraníes había ocupado la embajada de los Estados Unidos en Teherán. La mayoría de los trabajadores fueron retenidos, pero seis de ellos lograron escapar y protegerse gracias a la ayuda de la embajada canadiense. La película se centra en esos seis huidos. Lo que al principio parecía una idea brillante, no resultó ser tan buena como ellos pensaban, en el momento en que los iraníes se dieron cuenta de la huida, los seis fueron acusados de espionaje. Es decir, en caso de que les encontrasen, seguramente, serían ejecutados públicamente.
Los huidos pasaron a ser conocidos como los "huéspedes", y para evitar problemas mayores, la CIA empezó a organizar el rescate. Hay es dónde entra Tony Méndez (Ben Affleck), especialista en organizar rescates. Tras analizar varias posibilidades, la idea menos mala resulta ser la producción de una película de ciencia-ficción titulada 'Argo'. Con el apoyo de un exitoso maquillador (John Goodman) y un productor de Hollywood (Alan Arkin), empiezan a preparar todo el "circo" y a anunciar la producción de la película por todo lo alto. Tony viajará a Irán en busca de los "huéspedes" y les dará sus nuevas identidades. Ellos formarán el equipo de rodaje: guionista, director, producción... etc. El más mínimo detalle puede tirar por la borda la operación, con trágicas consecuencias.
'Argo' es emocionante, emotiva, tensa, divertida, entretenida, seria... La tensión es constante y Affleck maneja de forma magistral los códigos del suspense. La escena final en el aeropuerto, el clímax de la película, el montaje de ese momento... clásico y brillante. Affleck tiene buena mano como director, y también a la hora de elegir el casting. 'Argo' está basada en hechos reales, Affleck se aleja bastante de la imagen física del real Antonio Méndez, pero el resto de casting es perfecto, el parecido entre actor y persona es impresionante (en los créditos finales lo podemos apreciar). Además, el uso de las imágenes de archivo y la ambientación dotan a la película de un logrado realismo. Todo en 'Argo' resulta creíble, por muy estúpida que parezca la excusa elegida para el rescate. Affleck intentó grabar en Teherán, pero el gobierno de los Estados Unidos le recomendó que no lo hiciese (ahora mismo la relación entre Irán y Estados Unidos puede que sea incluso más tensa que en 1979). Por eso, descartó la idea.
'Argo' me ha parecido una gran película, con pocos defectos, seguramente tenga alguna que otra inexactitud histórica, pero me da igual. La trama sentimental o personal de Tony puede que resulte un poco forzada, pero la cierra bien, de forma lógica, por lo que tampoco me parece un fallo. Merece la pena ver 'Argo', al igual que merece la pena seguir la carrera de Affleck como director. Lo dicho, me ha gustado y me ha entretenido, mucho.
PD: Durante la película escuchamos en más de una ocasión un juego de palabras con el título que no queda del todo mal en castellano: "Ar-Goderse" (en inglés, evidentemente, creo que tiene mucha más fuerza: "Ar-Go Fuck Yourself"). Quién sabe, igual se convierte en una de las grandes frases de cine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario