“Con
un poco de azúcar…”
Walt
Disney se enamoró de las historias protagonizadas por Mary Poppins, el maravilloso y mágico
personaje creado por P.L. Travers. El
señor Disney hizo una promesa a sus hijas, no descansaría hasta conseguir los
derechos cinematográficos de la novela para poder llevar a Mary Poppins a la
gran pantalla. Lo que no esperaba Disney es que la batalla resultase tan dura y
agotadora. Tras años negándose, la señora Travers decide viajar a Los Ángeles y
escuchar las propuestas del señor Disney y su equipo creativo. La película está
basada en hechos reales.
‘Al
encuentro de Mr. Banks’ es una película bonita, con un
personaje principal interesante y fuerte, y que mira atrás con cierta
nostalgia. La señora Pamela Travers es una mujer bastante peculiar, testaruda,
de ideas fijas, y algo insoportable también. Su carácter frío y serio choca con
la cercanía del señor Disney, al que todos llaman “Walt”. Walt no se rendirá
hasta conseguir su objetivo. Uno de los atractivos de la película es que
muestra el proceso de preproducción de la película. Volvemos a escuchar las
canciones y melodías que han formado parte de nuestra infancia, vemos storyboards
de la película, diseños, gags sobre el casting, vestuario… Nos metemos de lleno
en el proceso cinematográfico.
La historia de Mary
Poppins es reflejo del pasado de la señora Travers. Un pasado más doloroso
y triste de lo que la película de Disney quiere mostrar. Al realizar la
película, la escritora siente que está exponiendo parte de su vida al público y
teme que su creación se convierta en un personaje “saltarín y brillante”. No
quiere perder la esencia de la historia, al principio se niega rotundamente a adornar
la historia con canciones y dibujos. Tampoco quiere convertir al señor Banks en
un villano. Si para Disney Mickey Mouse es parte de “su familia”, para la
señorita Travers, Mary Poppins y la familia Banks son su familia.
Mediante flashbacks vemos la conexión entre la
historia de Mary Poppins y la de la propia señorita Travers. Cómo reflejó la
escritora los elementos más importantes de su vida en su novela y quienes
fueron la fuente de inspiración de sus personajes. Aunque sirvan como conexión
también hay ocasiones en los que esos flashbacks resultan repetitivos e
innecesarios ya que algunos no aportan demasiado a la historia principal.
Se podría decir que la señorita Travers realiza dos
“viajes”. El primero se da en los flashbacks, en el que las circunstancias le obligan
a madurar de golpe y dejar su infancia de lado. En el presente, ese viaje o esa
evolución es inversa ya que volverá a recuperar su lado más “infantil”.
Disney le explica a Travers, en una sencilla y
emotiva escena, que la narración, la escritura le permite cambiar el final de
su historia y mostrar al señor Banks tal y como ella lo recuerda: amable,
cariñoso, buen padre… Disney le dice a Travers que “eso es lo que hacemos los
narradores, restauramos el orden con imaginación e inculcamos esperanza, una
vez, y otra vez”. Cuando el señor Disney le habla de “narrador a narradora”
logra convencer a la escritora. Los dos
aman contar historias. El poder que tienen las historias para reconstruir
un pasado, y la posibilidad que otorgan a la vez para cambiar las cosas, como
señala Disney para sustituir el dolor por
la esperanza convirtiendo un final triste en otro lleno de esperanza y
optimismo.
Resumiendo, pese a que se excede en el uso de
flashbacks, ‘Al encuentro de Mr Banks’ es
una historia entrañable, emotiva y agridulce, con el toque de nostalgia que le
añaden las melodías e imágenes del clásico de 1964. Es imposible salir del cine
sin canturrear alguno de los temas de la película.
Tomo nota, aunque he de reconocer que así de primeras, al ver el trailer, no me atraía mucho. Todo sea por sacar a pasear al niño que todos llevamos dentro.
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