lunes, 20 de enero de 2014

'El lobo de Wall Street' (2013)

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Sexo, drogas, éxito y Wall Street

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Martin Scorsese vuelve a las andadas con está enérgica película llena de excesos. Una comedia negra sobre una forma de negocio que poco tiene de gracioso. ‘El lobo de Wall Street’ está basada en la vida como corredor de bolsa y motivador emocional de Jordan Belfort. Un joven que de un día para otro consiguió una gran fortuna gracias a las comisiones que lograba de la compra-venta de acciones. ¿Era legal lo que hacía? Evidentemente, no.

Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio en la interpretación más atrevida de su carrera) deja claro que para conseguir el ansiado sueño americano hay que dejar alguna que otra cosa de lado, la primera de ellas: la moral. El protagonista está rodeado de excesos, de cocaína, alcohol, dinero (mucho dinero)… Siendo esta última la “droga” más adictiva de la sociedad actual que todos quieren “probar”.


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Belfort empieza a acumular una gran fortuna poniendo en práctica los consejos de Mark Hanna (Matthew McConaughey), su primer jefe. Belfort tiene mucha labia, carisma y poder de convicción. Logra crear el discurso perfecto mediante el cual piensa llegar a lo más alto, empezando desde lo más bajo. Cumplir el sueño americano. Poco a poco pasa de persona a personaje, a ser conocido como “el lobo de Wall Street”, un Robin Hood para su propio beneficio. Y es que Belfort engaña tanto a ricos como a pobres. Es bueno, muy bueno en lo suyo. Adora lo que hace, el éxito, la admiración que suscita, el hecho de que sus trabajadores le consideren un ídolo. Un predicador nato. Tiene al FBI siguiéndole de cerca, esperando a que “el lobo” cometa un pequeño error para poder darle caza. Pero, cuando Belfort ya no sabe qué hacer con todo el dinero conseguido… ¿por qué no se conforma? ¿Por qué seguir y arriesgarse a perder todo?

La estructura de ‘El lobo de Wall Street’ es similar a la de ‘Uno de los nuestros’, una de las grandes obras de Scorsese. La estructura narrativa de ambas películas sigue el mismo patrón, al igual que la evolución y las decisiones del personaje protagonista. Jordan Belfort es el Henry Hill de Wall Street. Los dos juegan con fuego hasta quemarse. Personajes que están al límite, entre el odio y la simpatía.
El protagonista narra su hazaña en voz en off, rompiendo esa cuarta pared que separa la ficción del espectador. En este caso la voz en off ayuda al ritmo de la película, pero también hay momentos en los que resulta demasiado redundante. La banda sonora está omnipresente, y la elección de los temas me ha resultado curiosa (en ocasiones añadiendo comicidad a las escenas).

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‘El lobo de Wall Street’ se podría separar en tres bloques: el ascenso, el exceso y el ¿descenso? Es una película que logra sacarte más de una carcajada, en la que el lado cómico de DiCaprio está explotado más que nunca. Ejemplo de ello es la escena del coche y la “conversación” telefónica entre DiCaprio y Jonah Hill.

También hay escenas en las que la acción avanza poco, en la que la película se pierde en su exceso y el ritmo de la película decae. La película dura tres horas, pero eso no es nada nuevo en la filmografía de Scorsese. Hay mucha comedia, hay algo de drama. Y hay un personaje que vive al límite. Al final de la película, Belfort ¿avanza o gira en un círculo vicioso del que no es capaz (o no quiere) salir?

El discurso entusiasta de Jordan Belfort resulta contagioso. Como les sucede a muchos de sus clientes, no hace falta saber sobre el mercado bursátil; ya nos lo dice el protagonista, entender lo que sucede, es algo secundario. Al fin y al cabo ‘El lobo de Wall Street’ muestra que da lo mismo reconocer la estafa, o pagar un castigo en una sociedad de ricos y pobres; o creerse ajeno a todo principio y ley. Ante el éxito, no hay lugar para la moral. Queda claro que estar del lado de la ley no tiene ni premio ni reconocimiento (véase el plano final del agente del FBI); jugar en el lado malo, en cambio, te convierte en “ídolo de masas”. 

La película de Scorsese ha conseguido un total de cinco nominaciones a los Oscars en las categorías de Película, Dirección, Actor, Actor Secundario (Jonah Hill) y Guion Adaptado.

3 comentarios:

  1. Vi ayer la película y me ha dejado un sabor agridulce... El arranque de la película y los 20 primeros minutos me parecieron muy buenos, pero se acaba haciendo muy larga. Coincido contigo en las similitudes estructurales entre esta película y Uno de los nuestros. Sin embargo, creo que Scorsese en Uno de los nuestros acierta en cuáles son las partes que merecen mayor atención y tiempo, mientras que El lobo de Wall Street hay partes muy reiterativas, y la elipsis brilla por su ausencia.

    Me ha gustado el guión y la historia me parece muy interesante, en cuanto a la manera en que refleja el ansia por el dinero de la sociedad americana, sobre todo en las décadas de los 80 y 90. La reiteración de las drogas y el sexo me parece excesiva y me sobran algunas escenas demasiado zafias. Por otra parte, me parece que Di Caprio está estupendo, excesivo cuando debe estarlo y comedido en los momentos oportunos. También me llama la atención la actuación de McConaughey, que no por breve es menos brillante.

    En resumen, una película que promete mucho al comienzo, pero que acaba haciéndote mirar el reloj más de la cuenta.

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    1. Si que se excede en los momentos de fiesta, y eso hace que el avance de la historia sea lento en varias escenas, es lo más cuestionable o discutible de la película. Pero también hay otros momentos muy cómicos que surgen de esa recreación del exceso.

      McConaughey ha tenido su año, ha dado un paso firme en su carrera que hasta hora parecía olvidada y eso me gusta (al igual que Jonah Hill que sabe escoger muy bien sus papeles y no duda en cobrar el salario mínimo si se trata de trabajar con Scorsese).

      Eskerrik asko por dejar tu opinión! ;-)

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  2. Creo que era mejor verla en el cine porque aquí uno se distrae mucho y no se disfruta más. Aún así creo que es relativamente buena, buenas actuaciones de DiCaprio y las breves que tiene Thomas Middleditch y Matthew McConaughey, que son grandiosas para el tamaño de actores que son. Yo a veces sentí que era misógina, pero en fin, entretiene.

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