Nunca es tarde para ver una película. Acabo de ver 'Buried' de Rodrigo Cortes. Cómo siempre ocurre con las películas alabadas por la crítica, estaba la posibilidad de que me decepcionase. Esta vez, no ha sido así. Estoy segura de que en la gran pantalla me hubiera impactado mucho más, pero en fin. Me conformo con lo visto.
Si en la entrada anterior he hablado de la expresividad de la iluminación en 'Million Dollar Baby' de Clint Eastwood, en 'Buried' también hay un gran trabajo. Distintas tonalidades, para tal vez, distintas emociones. Durante la película pasamos del azul de la pantalla del móvil, al verde, amarillo y rojo.
El gran acierto y atractivo de la película es su única y limitada localización, una caja. Un espacio cerrado, claustrofóbico, pequeño. Es una elección arriesgada, que atrae. El director le saca mucho partido a ese espacio, mostrando a Paul Conroy (Ryan Reynolds) desde distintos ángulos, pero sin hacer que el espectador 'escape' del encierro. Una película que agobia en algunos momentos y que también crítica a la sociedad americana. Suspense puro. Todos podemos predecir lo que va a ocurrir, pero no sabemos cuándo y cómo.
Una vez ahorrado presupuesto de cara a las localizaciones siempre queda opción de invertir en el actor. La elección de Ryan Reynolds me ha parecido acertada. Por una parte, creo que convierte la distribución de la película en Estados Unidos en un elemento más fácil de tramitar. Y segundo porque la idea preconcebida que teníamos de él, o por lo menos yo, era que la de un actor 'limitado'. Esta vez, me ha convencido.
Varias críticas definen el suspense de la película cercano al estilo de Hitchcock. Puede que sean palabras mayores, pero desde la estética y música de los créditos se nota la influencia del director británico. Una película recomendable.
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