Colin Farrell y Keira Knightley juegan a 'El guardaespaldas'

Tras salir de la cárcel, un criminal del sur de Londres intenta olvidar su pasado y cambiar de vida. Se convierte entonces en el protector de una joven actriz que tiene ciertos problemas. Eso es lo que resume la sinopsis oficial de 'London Boulevard' y al leerla es díficil no pensar que estamos ante una versión moderna de 'El guardaespaldas' pero algo más gamberra. También podemos pensar que estamos ante una romántica historia al más puro estilo 'Notting Hill', pero con mafiosos de por medio. Ni lo uno, ni lo otro. Y eso es un punto a favor de la película que no tiene grandes aspiraciones.

Pese a ello, la película no me ha llegado a convencer. El debutante director William Monahan (guionista oscarizado por 'Infiltrados' de Martin Scorsese) no ha sabido manejar un casting que le queda grande, a la vez que se pierde dentro de un guion poco definido. La parte del thriller funciona mejor que la parte más romántica, que resulta más plana y/o forzada.

La química se tiene o no se tiene. No estoy diciendo que entre Colin Farrell y Keira Knightley no haya química alguna, sino que la química no es sólo cuestión de los actores. Lo es más de sus personajes y de como congenien entre ellos, y en este caso, los personajes no me han parecido lo suficientemente interesantes y en sus historias hay lagunas que al espectador le hubiera gustado conocer. Para notar esa química, la empatía y que el espectador este convencido del "juego" me parece fundamental.

Mitchell (Colin Farrell) acaba de salir de la cárcel y quiere dejar atrás su pasado y empezar una nueva vida. No lo va a tener fácil ya que desde el primer instante su pasado vuelve a él y sin querer, vuelve a estar en problemas. Le ofrecen ser el protector de una exitosa actriz, Charlotte (Keira Knightley) y aunque al principio tiene dudas, termina por aceptar el trabajo. La historia de "amor" entre los dos personajes parece forzada y resulta fría. Mitchell y Charlotte son dos personas que quieres escapar de todo y evadirse, huir de todo lo que les rodea y por eso se protegen mutuamente. Todo la situación se complica y es ahñi cuando las lagunas del guion se hacen más evidentes. Por ejemplo, no sabemos por qué le persigue su pasado y por qué no puede huir.

Aparte del guion el montaje me ha parecido flojo, en una película de este corte te esperas un montaje más rápido y efectista. También hay un personaje secundario, el de uno de los paparazzi que resulta bastante inquietante debido a que muchos de los planos le dan importancia a su persona, se crea cierta intriga alrededor de ese personaje. Pero en realidad, es un personaje que no aporta nada a la historia. Un señuelo con una única función, despistar y crear intriga dónde no la hay. Es una película que se deja ver en su conjunto, pero a la que le hubiese venido bien algo de carácter a la hora de mostrar la historia.