Billy Wilder realizó películas de diversos géneros (como "Perdición", una obra maestra del cine negro), pero es recordado por sus comedias, y sobre todo, cuando hablamos de sus comedias protagonizadas por Jack Lemmon, nos situamos en la categoría de clásicos.
Un total de siete colaboraciones convirtieron a Jack Lemmon en el actor fetiche de Wilder. Representaba a la perfección a "ese tipo normal que cae bien a todo el mundo". Estas fueron sus colaboraciones: "Con faldas y a lo loco" (1959), "El apartamento" (1960), "Irma la dulce" (1963), "En bandeja de plata" (1966), "¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre?" (1972), "Primera plana" (1974) y la última película de Wilder "Aquí, un amigo" (1981)
Funcionaban y se entendían a la perfección. Les gustaba trabajar juntos. Fue Lemmon quién le propuso a Wilder que escogiese a Walter Matthau como compañero para "En bandeja de plata" (1966). Aunque al principio Wilder no parecía estar muy convencido de la elección de Matthau, el éxito y química del dúo fue tal, que repetirían con el director en dos películas más (y durante su carrera Matthau y Lemmon trabajarían juntos en un total de 10 películas).
Billy Wilder sobre Jack Lemmon:
"Cuando cualquier actor entra en una habitación, no tienes nada, y cuando el que entra es Jack, inmediatamente tienes una situación: es casi inexplicable lo que es capaz de provocar él solo, con su veloz verborrea y sus rápidos movimientos"
La revista Empire realizó un ranking de las mejores colaboraciones "Actor & Director" en la que Lemmon y Wilder ocupan la sexta posición. Los dos realizaron buenos trabajos por separado, como la ya nombrada Perdición o El crepúsculo de los dioses en el caso de Wilder; o Días de vino y rosas en la que Jack Lemmon realizó una de las mejores interpretaciones de su carrera. Pero cuando colaboraban, creaban algo único.
"He trabajado con directores que rodaban maravillosas escenas, pero cuando unían las 'perlas' no conseguían un precioso collar. Pero Billy es el tipo de cineasta omnipresente que puede crear un collar hermoso. Él hace el tipo de películas que son clásicos y que duran para siempre".
Para mí, las mejores películas de Wilder son esas en las que colaboró con Lemmon. Tienen un "algo" especial que llega al espectador. Una química que se nota en la pantalla. Siempre hay tiempo para ver sus películas, por que han envejecido muy bien. Wilder & Lemmon, mi tándem perfecto.
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