domingo, 30 de septiembre de 2012

'El Concierto' (2009) - Tchaikovsky y los recuerdos desafinados

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Andrei Filipov fue el director de la famosa Orquesta del Bolshoi durante la época comunista. Tras negarse a despedir a los músicos judíos de su orquesta, Filipov fue humillado públicamente. Esa humillación tuvo lugar durante un concierto en el que estaban interpretando una de las mejores y más difíciles obras de Tchaikovsky: el concierto para violín en D Major. Filipov, ahora, trabaja como hombre de la limpieza. Sueña con poder volver a dirigir. Una mañana, un fax dirigido al director actual del Bolshoi en el que invitan a la orquesta a tocar en París caerá en sus manos. En ese instante a Filipov se le ocurre la idea más arriesgada de su vida: volver a reunir a sus músicos y sustituir al mismo Bolshoi.

'El Concierto' me gustó mucho cuando la vi en el cine, será por su mezcla de comedia y drama, por la música de Tchaikovsky, o porque no pretende mucho más a parte de contar una bonita historia, no lo sé. Me parece una película agradable. Andrei Filipov sueña con poder terminar el concierto que no le permitieron terminar, un concierto que oculta más de lo que parece: una lucha entre el presente y el pasado. Terminar el concierto se ha convertido en una necesidad para poder cerrar sus heridas.

Tras ser acusado de ser el "enemigo del pueblo", Filipov ahogará sus penas en el alcohol. Sus recuerdos del pasado están desafinados, necesita volver a encontrar la armonía para librarse de su sentimiento de culpa. Entre las condiciones que pone la "falsa" orquesta del Bolshoi está la participación de la prestigiosa violinista Anne Marie Jacquet. Esa elección está relacionada con el pasado de Filipov y su orquesta, y es uno de los motivos para encontrar la ya nombrada armonía.

El pasado y el presente, el drama y la comedia, la necesidad de terminar lo empezado, la locura y el sentimiento de culpa: todo ello se junta para crear la armonía de la película en la que es recomendable subir el volumen y dejarse llevar por la grandeza de la música. La música y el sentimiento van de la mano, pero también sirve como remedio para curar las heridas y librarse del pesar.

'El Concierto' tiene sus deslices narrativos, todo parece demasiado casual, pero como ya he dicho antes, es una película bonita. Recomendable.

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