La historia de Jesse y Céline
Hay ocasiones en las que lo más simple o aparentemente sencillo se convierte en lo más efectivo, en lo más completo. Es algo muy difícil de conseguir ya que requiere complicidad del espectador, empatía y naturalidad en la creación de los personajes. Eso es algo que ocurre en 'Antes del amanecer' de Richard Linklater y en su trilogía "Before". Una de las trilogías que más me gustan del cine.
'Antes del amanecer' está protagonizada por Ethan Hawke y Julie Delpy (rebosan química), y es una bonita historia de amor. Dos desconocidos en un tren, una conversación encontrada. Silencios y miradas que dicen más que cualquier palabra (por ejemplo, en la escena de la tienda de música). Poco a poco estos dos solitarios viajeros, él americano y ella europea, se van conociendo mejor y abriéndose más. No tienen miedo al mañana, porque no lo hay. Solo pretenden crear un recuerdo perfecto de su viaje. Pasan un día juntos y claro, según pasan las horas, su situación se va complicando o comprometiendo más. La atracción mutua, tanto física como intelectual, va aumentando. Ambos se han fijado una línea que no se atreven a cruzar. Implicarse o no, dejarse llevar o no, ese es el dilema.
Consiguen crear un recuerdo imborrable y hacen una promesa. Volverse a ver. Otro elemento maravilloso de esta trilogía se encuentra en el tratamiento del tiempo. Los protagonistas volverán a encontrarse, 9 años después en 'Antes del atardecer' (2004). Una película que gana con los visionados, la más breve de la trilogía y que mantiene la estructura de constantes diálogos entre los protagonistas. Y es que esos diálogos son la gran baza de estas películas, parecen improvisados, suenan muy reales y naturales. Todo parece fluir. En 'Antes del amanecer' todo gira entorno a Jesse y Celine, ellos son el eje de la película y de la trilogía. Claro que tienen sus momentos más azucarados como en toda película romántica, pero no estamos ante una saga cualquiera. Es única por lo que trasmite y por cómo lo cuenta.